lunes, 28 de octubre de 2013

SEÑOR "X",FINAL

Era una orden encontrarme con el el, vía msn, pero si el no me saludaba primero, yo no podía hacerlo, así pasaban los días  en que yo de este lado de la pc, esperaba un simple saludo de mi amo, pasaban semanas y no lograba cruzar palabra alguna, solo recibía un mensaje 20 minutos antes de la hora programada para el encuentro.

A veces me decía que no tenia tiempo por su trabajo y otras simplemente que no tenia nada para conversar conmigo.

El hotel alojamiento siempre era el mismo, ese toque de misterio que encerraba entre sus paredes lo hacia ver excitante y peligroso a la vez.

Me mandaba por mensaje de texto el numero de la habitación que había reservado con anterioridad, mi obligación era  esperarlo en ella, desnuda de rodillas y con mi pecho en el suelo, cuando mi amo ingresaba, debía quitar su ropa con mucho cuidado y suavidad, la doblaba con suma prolijidad y acomodaba sobre alguna silla.

Esto pasaba siempre, siempre que estuviésemos en sesión, el una vez ya desnudo vería que haría conmigo.

Fueron varias sesiones en ese hotel las que tuvimos, todas fueron iguales, el factor sorpresa nunca llego, la química se hizo ausente, era una relación  fría en la que ninguno de los dos salia satisfecho, muy por el contrario.

Una tarde de octubre del año 2008 recibí un mail, de mi amo, en el decía, que yo no cubría con sus expectativas, que no contaba con tiempo para mi educación y que por lo tanto me otorgaba mi libertad.

Si bien, no era la relación soñada, estaba dispuesta a tratar de mejorarla no se como, pero no quería que también fracasara. es que si bien  mi vida social era muy activa, mi corazón sumiso necesitaba de un amo, quizás suene extraño, pero así lo sentía.

A su mail, mi respuesta fue de decirle que no se apresurara, que iba a poner lo mejor de mi y que podíamos encontrar lo que sentíamos que faltara su respuesta.... fue solo silencio, nunca mas volví a saber de el.

El fracaso nuevamente se apoderaba de mi, nuevamente las nubes grises aparecieron., la duda volvió a mi corazón, era realmente mi alma sumisa, o yo no pertenecía a este hermoso mundo.

miércoles, 23 de octubre de 2013

SEÑOR X, EL COMIENZO

El encuentro se sucedîo justo una semana después de recibirme como su sumisa, el lugar elegido, fue el mismo hotel de aquella vez, las sensaciones, conocidas, las expectativas, creo que todas.

Llegue a la habitación de aquel hotel, no estaba tan iluminada, la gran cama descansaba en el medio observada atentamente por grandes espejos.

El piso escondía su color debajo de la alfombra azul que lo cubría completamente, una mesa con elementos que luego se usarían en mi cuerpo, se dejaba ver en un rincón de la habitación, al lado una silla blanca, que le daba un toque de nostalgia a la decoración.

Apoyado en la cabecera de la gran cama estaba mi amo, esperándome muy calmo, casi sin importarle que había llegado, como es costumbre mía, un poco mas tarde de lo acordad.

Entre me puse de rodillas frente a el, podía sentir su mirada observando cada detalle en mi, se lo notaba muy tranquilo, quizás ansioso, en alguna oportunidad me había contado que no tenia mucha experiencia, 

Era raro, porque en ese momento yo me sentía muy segura, sabia lo que hacia, y estaba tranquila, era la primera vez que frente a un amo me hallaba así y eso era algo que no terminaba de comprender.

Como en una charla anterior se habían pautados los limites no fue necesario volver a tocar ese tema, la sesión comenzó casi de inmediato, de pronto me encontré desnuda,atada en una cama recibiendo azotes, pero mi mente no estaba en blanco, el nudo en mi estomago no se hacia presente, los nervios que en cada encuentro con mi anterior amo, no se apoderaban de mi cuerpo. en ese momento no lo entendí, creí que eso llegaría de a poco.

La sesión fue un tanto monótona, nada me sorprendió, nada lleno mis expectativas, y en mi interior pienso que a mi amo, el señor X,era su seudónimo, tampoco se sintió satisfecho

Las dos horas en esa habitación, se hicieron eternas, parecía que el tiempo estaba detenido caprichosamente, y ahí se quedaría.

Al fin sonó el teléfono, el conserje aviso que el tiempo se cumplió, nos despedimos, y una sensación de vació me inundo.una sensación que estaría presente en cada encuentro con mi amo.