A veces me decía que no tenia tiempo por su trabajo y otras simplemente que no tenia nada para conversar conmigo.
El hotel alojamiento siempre era el mismo, ese toque de misterio que encerraba entre sus paredes lo hacia ver excitante y peligroso a la vez.
Me mandaba por mensaje de texto el numero de la habitación que había reservado con anterioridad, mi obligación era esperarlo en ella, desnuda de rodillas y con mi pecho en el suelo, cuando mi amo ingresaba, debía quitar su ropa con mucho cuidado y suavidad, la doblaba con suma prolijidad y acomodaba sobre alguna silla.
Esto pasaba siempre, siempre que estuviésemos en sesión, el una vez ya desnudo vería que haría conmigo.
Fueron varias sesiones en ese hotel las que tuvimos, todas fueron iguales, el factor sorpresa nunca llego, la química se hizo ausente, era una relación fría en la que ninguno de los dos salia satisfecho, muy por el contrario.
Una tarde de octubre del año 2008 recibí un mail, de mi amo, en el decía, que yo no cubría con sus expectativas, que no contaba con tiempo para mi educación y que por lo tanto me otorgaba mi libertad.
Si bien, no era la relación soñada, estaba dispuesta a tratar de mejorarla no se como, pero no quería que también fracasara. es que si bien mi vida social era muy activa, mi corazón sumiso necesitaba de un amo, quizás suene extraño, pero así lo sentía.
A su mail, mi respuesta fue de decirle que no se apresurara, que iba a poner lo mejor de mi y que podíamos encontrar lo que sentíamos que faltara su respuesta.... fue solo silencio, nunca mas volví a saber de el.
El fracaso nuevamente se apoderaba de mi, nuevamente las nubes grises aparecieron., la duda volvió a mi corazón, era realmente mi alma sumisa, o yo no pertenecía a este hermoso mundo.