Los encuentros con mi amo, ya no me hacían vibrar como al principio, habían pasado casi dos años , desde nuestra primera charla, en donde me tomó como su sumisa, sé que no debería decir esto, se supone que una sumisa debe estar conforme siempre con su amo, al menos eso creía en esos tiempos.
Si bien él me formó, me enseñó, me explicó, y me hizo vivir sensaciones inexplicables, todo se fue tornando de un color oscuro.
Las ataduras que lastimaban, azotes que debía recibir, casi casi sin sentido, torturas que no terminaba de entender, que se fueron tornaron un momento de mucho miedo, ya que me sentía indefensa y vulnerable.
Solía disfrutar cuando me paseaba por la habitación como una perra con collar y cadena, pero lo cambio por azotes y marcas profundas.
No se en ese tiempo pensaba que esto era lo normal, que estaba bien, que debía ser así
Ahora pienso que a lo mejor que el necesitaba alguien con mas experiencia y no recién iniciada como yo.
O quizás el no tuvo la paciencia que enseñarme y respetar mis tiempos.
Me entregue hasta donde me lo permitió, el trato que mi amo tenía hacia mí, era distante, frío.
Me entregue hasta donde me lo permitió, el trato que mi amo tenía hacia mí, era distante, frío.
Me convertí en lo que me ordenó.
Para él solo era un objeto el cual usaría cuando tuviese ganas, se suponía que él era mi amo, así que la tenia la razón, así lo pensaba en ese momento.
Le entregue mi cuerpo, para que lo usara con sus más bajos placeres y fantasías.
Complací y tolere cada una de sus humillaciones, que iban aumentando sin razón sesión tras sesión.
Me supo decir que al collar debía ganármelo, estaba ansiosa por poder llevar en mi cuello su collar, así que día a día ponía mas empeño en aprender a ser una excelente esclava, creo que era lo único que importaba a pesar de todo.
A veces me preguntaba, si estaba bien lo que mi amo hacia conmigo, y ahí no mas me respondía que si, que estaba muy bien que solo era yo la débil que no se aguantaba un poco de dolor.
En ese momento solo podía seguir esforzándome para complacer a mi amo y tratar de que este satisfecho.
Para él solo era un objeto el cual usaría cuando tuviese ganas, se suponía que él era mi amo, así que la tenia la razón, así lo pensaba en ese momento.
Le entregue mi cuerpo, para que lo usara con sus más bajos placeres y fantasías.
Complací y tolere cada una de sus humillaciones, que iban aumentando sin razón sesión tras sesión.
Me supo decir que al collar debía ganármelo, estaba ansiosa por poder llevar en mi cuello su collar, así que día a día ponía mas empeño en aprender a ser una excelente esclava, creo que era lo único que importaba a pesar de todo.
A veces me preguntaba, si estaba bien lo que mi amo hacia conmigo, y ahí no mas me respondía que si, que estaba muy bien que solo era yo la débil que no se aguantaba un poco de dolor.
En ese momento solo podía seguir esforzándome para complacer a mi amo y tratar de que este satisfecho.
El tiempo me hizo ver las cosas de otra manera…
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